Por Sonia Yánez Blum
¿IA aplicada a la comunicación? La IA en todos lados. De seguro habrás leído mis artículos sobre el tema.
Pero no, la IA no me salvó. Me ayudó a reconectarme
Yo ya tenía un nombre. Ya hablaba de Digital PR en Latinoamérica cuando casi nadie lo hacía. Había construido posicionamiento, daba conferencias, ya asesoraba a marcas importantes.
Pero lo que sí hizo la IA fue algo más profundo: me ayudó a unir los puntos, a reconectarme con un nuevo propósito, a abrir caminos que estaban dormidos en mí.
No vino a rescatarme: vino a expandirme. Tampoco lo soluciona todo.
Este no es un artículo técnico.
Es mi historia personal, contada para CEOs, DIRCOMs, emprendedores, estudiantes y profesionales que sienten miedo al cambio, que se sienten abrumados con la tecnología, que quieren actualizarse, pero no saben por dónde empezar.
Unir los puntos: cómo la IA le dio un nuevo propósito a mi carrera en relaciones públicas y comunicación digital
Mi primer knockout con la tecnología: el colegio y la monjita temida
¿Mi primera profesora de informática? La monjita más temida del colegio.
No importaba cuántos cursos tomara, cuántas clases recibiera: mi cerebro simplemente decía “no puedo”.
Me bloqueaba frente a la computadora como si fuera un monstruo indescifrable.
Mi segundo round llegó con mi primer trabajo oficial en periodismo.
Subía noticias a la web de Radio CRE Satelital de Guayaquil y terminé con gastritis.
¿Por qué? Porque no entendía cómo poner una simple negrita en programación.
Eran demasiados pasos, demasiadas líneas, demasiada tensión.
Recuerdo pensar: la tecnología sigue siendo un dolor de cabeza.
Un dolor tan real… que terminó en gastritis.
Mi tercer round: los datos que me desbordaban
Avancemos a 2014. Ya era directora de comunicación, lideraba estrategias, manejaba reputación, preparaba informes de gestión de crisis.
Uno de mis mayores desafíos era entregar reportes que clasificaran comentarios positivos, negativos, neutros, identificar quejas comunes, áreas involucradas, casos resueltos.
Las herramientas digitales de esa época apenas podían lidiar con el español, y mucho menos con su carga semántica.
¿La solución?
Copiar y pegar manualmente cada mensaje de Facebook. Luego Instagram. Luego YouTube. Luego Twitter.
Humanamente imposible.
Recuerdo semanas enteras tomando energizantes, trabajando hasta las 3 a.m., diciéndome: “solo tengo una mano derecha”.
Ese fue el argumento que me aprobó tener tres asistentes adicionales: necesitaba más manos para hacer la reportería.
Cuando llegó Watson de IBM, parecía un alivio.
Pero aún no podíamos confiarnos del todo. Era útil, sí, pero limitado.
Seguíamos dependiendo de lo humano.
IA, propósito profesional y comunicación
En 2010 decidí hacer mi primera maestría en Periodismo y Comunicación Digital en la Universidad Autónoma de Barcelona.
No porque fuera experta. Sino porque sabía que ahí estaba el futuro.
Entré llena de miedo.
Recuerdo noches enteras, con lágrimas, llamando a amigos programadores para que me explicaran cosas básicas.
Lo que para ellos era fácil, para mí eran jeroglíficos.
Me sentía torpe. Me dolía el cuerpo del estrés.
Pero ahí, en ese campo que más me intimidaba, encontré lo que sería mi fortaleza y diferenciación: no solo aprender herramientas, sino construir pensamiento estratégico digital antes que otros en la región.
El momento de inflexión: noviembre de 2022 y OpenAI
El verdadero cambio llegó en noviembre de 2022.
Descubrí ChatGPT, y por primera vez, pude darle órdenes directamente a un sistema, corregirlo, pedirle que mejore, adaptarlo a lo que yo necesitaba.
No era Google.
No era solo un buscador frío.
Era un asistente inteligente que me escuchaba, que aprendía conmigo, que evolucionaba.
Mi primera victoria fue pequeña, pero para mí enorme:
Corregir problemas técnicos de mi web que antes me tomaban horas. Aprender alemán e inglés con un asistente que me lo explicaba con paciencia.
Sentir que tenía un profesor particular, un ángel guardián tecnológico que no se cansaba nunca. Ese día no pensé en el miedo a la pérdida de empleos ni en el cambio del mercado laboral.
Pensé en algo mucho más íntimo:
¿Cómo puede esto ayudarme a que no me duela tanto el cuello o las manos al escribir?
¿Cómo puede ayudarme a recordar lo que se me olvida por mi niebla mental?
¿Cómo puede ayudarme a coordinar proyectos, libros, ideas que llevo pausados por años?
¿Cómo puedo usar comandos por voz para descansar mi cuerpo?
Ahí dije: voy a construir un sistema que me cuide a mí también, no solo a mis clientes.
IA aplicada a la comunicación
En los últimos siete años, mi salud ha sido un viaje constante de incertidumbre.
Tras una caída que afectó mis cervicales, los médicos me dijeron: “es muy riesgoso operarte, eres demasiado joven”.
Así que lo oculté.
Tenía miedo de perder clientes, respeto, de que al manejar crisis me vieran como alguien frágil, incapaz de dar certezas.
A eso se suma que llevo 18 años conviviendo con fibromialgia, una condición que exacerba cada dolor, cada cansancio, cada síntoma.
Mi propia crisis, paradójicamente, se volvió mi mejor maestra.
Cuando integré la IA, algo cambió.
Entrené mis herramientas para que me preguntaran por mi nivel de dolor, por mi niebla mental, por mis límites diarios.
Ya no construía sistemas solo para mis clientes: construí uno para mí.
Uno que sostuviera mi propósito, que cuidara mi salud, que me permitiera seguir liderando sin quebrarme. Y, que me ha acompañado, en mi trabajo remoto, casi de nómada digital.
Lo que logré: un ecosistema educativo propio
Hoy, como creadora del Manual Estratégico de IA y Prompts, estoy emocionada de haber transformado lo que comenzó como un simple ebook en un ecosistema educativo revolucionario.
He integrado esta plataforma con mis academias (ARP y Academia Digital PR), creando experiencias personalizadas para:
Estudiantes que necesitan claridad.
Emprendedores que buscan crecer con propósito.
DIRCOMs y profesionales senior que quieren actualizarse y reposicionarse.
La verdadera innovación está en cómo hemos combinado contenido estratégico con tecnología interactiva:
- Una biblioteca de prompts categorizada.
- Un optimizador basado en mi metodología exclusiva RICFE.
- Comunidades segmentadas y rutas de aprendizaje personalizadas.
Este sistema no solo resuelve desafíos educativos actuales: crea una escalera de valor, donde cada usuario avanza naturalmente, maximizando su experiencia y asegurando la sostenibilidad de mi modelo de negocio.
De qué trata el manual: IA, ética, diseño y metodología propia
El Manual Estratégico de IA y Prompts no es solo un libro de comandos. Es una obra de más de 320 páginas y más de 220 plantillas y ejemplos prácticos sobre cómo estructurar, redactar e integrar prompts estratégicos en el mundo de la comunicación, el branding y las relaciones públicas.
Aquí trato sobre los cuatro pilares éticos que se deben considerar al momento de trabajar con IA:
- Transparencia: entender por qué usamos cada herramienta.
- Responsabilidad: asumir las consecuencias de lo que generamos.
- Inclusión: evitar sesgos y diseñar procesos justos.
- Sostenibilidad: cuidar no solo la productividad, sino a las personas.
Une tres disciplinas clave:
- El pensamiento creativo del design thinking.
- Las capacidades disruptivas de la inteligencia artificial.
- Los fundamentos sólidos de la comunicación estratégica.
La joya metodológica es mi creación: RICFE, que guía paso a paso cómo estructurar un prompt efectivo:
R: Rol, define el papel que asume la IA.
I: Instrucción, detalla la tarea concreta y el resultado esperado.
C: Contexto, proporciona antecedentes y limitaciones.
F: Formato, determina la estructura de salida.
E: Emoción/Meta, establece el propósito final y el tono emocional.
Incluye además fórmulas inéditas que he desarrollado para crisis de reputación, flujos de decisión, equipos híbridos humanos + IA y mapas personalizados de aprendizaje.
Este manual no solo enseña a usar tecnología: enseña a diseñar sistemas inteligentes que alinean propósito, estrategia y acción.
Para ti, que sientes miedo: lo que quiero que recuerdes
Si una colega o alumno me dijera: “Sonia, yo no puedo con esto, me da miedo”, le contaría esto:
Cuando elegí mi primera maestría, lo hice en el área que menos dominaba.
En el área que más miedo me daba: la tecnología.
Años atrás, trabajar en ese campo me había causado gastritis por la tensión.
Y, sin embargo, fue ahí, en el gran temor, donde hallé mi fortaleza y mi diferenciación.
Hoy quiero que tú recuerdes:
En tu miedo está escondida tu palanca de reinvención.
No estás perdido, solo necesitas claridad y herramientas.
Tu marca no necesita ruido, necesita dirección.
Porque la IA no es el enemigo: puede ser tu aliada para transformar tu historia en reputación con propósito.
¿Listo para transformar tu historia?
Accede a mi Manual Estratégico de IA y Prompts, explora mi nuevo ecosistema educativo, o únete a una de mis mentorías personalizadas.
No te falta talento: te falta sistema, dirección y herramientas.